Martes
24 de febrero
Hoy
es mi cumple, son ya 6 meses de voluntariado y durante este tiempo han cambiado
muchas cosas en mi vida. Físicamente esto estoy cansado pero igualmente con
muchas ganas de vivir y con muchas energías. De hecho las personas me
preguntan: “¿Ugo, como puedes después de una semana de formación (de la
Evaluación Intermedia hecha en Mollina - Málaga), irte de carnaval el sábado en
Águilas?”. Y yo le respondo: “¿Por qué soy joven dentro, no?”. Soy así…ahora
con 31 años haciendo las cosas que hacía cuando tenía 20, con la gran
diferencia que mido mucho más los límites.
¡He
decidido sonreír y ser feliz, agradecer a la vida por estos 31 años y a todas
las personas que hoy se están acordando de mí! Es un cambio de actitud, de ser
y estar, de relacionarse con las otras personas, de forma de portarse. Es un
acción apta a la consecución de una felicidad, a menudo efímera e inalcanzable.
Una felicidad que busca acciones concretas y menos palabras que se pierden en
el viento. Una felicidad que vas más allá del reconocimiento reciproco de las
competencias y habilidades, sino que se base en los resultados obtenidos según
los objetivos presupuestos.
Ser
voluntario, no solamente se compone de acciones guidas por la rutina. Por
ejemplo vas al panadero y le dices: “¿Por favor dos barras de relaciones
interpersonales, y cuatro galletas de amor?”, sino también es una labor de
introspección. Un ejercicio de verse hacia dentro, de cómo se crean estas tan
buenas barras de pan, y que ricas que están con aceituna. De cómo la harina se
mezcla con el agua, la sal y el aceite para que, con el empuje de la levadura,
crezcan fuerte y sólidos. Igualmente, el voluntariado necesita de relaciones
sociales que juntos con una fuerte motivación permitan que este proceso de
aprendizaje sea provechoso y útil. La motivación es la clave del éxito, sin
motivación se queda en la mediocridad y en la superficialidad. La motivación
permite el superarse a nivel personal, mejorando sí mismo y el entorno que nos
rodea. Sabemos claramente que no hay perfección, no existe, es sólo un oasis en
medio del desierto, un paraje extemporáneo que muestra una realidad ilusoria,
lejana de lo concreto y tangible. Por este motivo nos empujamos en aprender de
forma permanente, ávida, buscando saberes a menudo inalcanzable y tampoco
apto para nosotros.
Felicidad
y motivación, dos dianas a las cuales he decidido centrar el rojo, los 100
puntos, apuntando con los dos ojos, no solamente con uno, para tener una
perspectiva más amplias de las cosas. Personalmente he ya empezado este
proceso, ¿cómo? Sonriendo, mostrando los dientes, no para morder, sino abriendo
los brazos y levantando las pestañas, como señal de amor…
Hoy,
en unos de los mensajes de felicidades, me han dicho que tengo un corazón muy
amplio, como un autobús, donde pueden caber muchas personas…el primero está
lleno…voy por el segundo…
Ugo
Pompa
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