Wednesday, 25 February 2015

Martes 24 de febrero
Hoy es mi cumple, son ya 6 meses de voluntariado y durante este tiempo han cambiado muchas cosas en mi vida. Físicamente esto estoy cansado pero igualmente con muchas ganas de vivir y con muchas energías. De hecho las personas me preguntan: “¿Ugo, como puedes después de una semana de formación (de la Evaluación Intermedia hecha en Mollina - Málaga), irte de carnaval el sábado en Águilas?”. Y yo le respondo: “¿Por qué soy joven dentro, no?”. Soy así…ahora con 31 años haciendo las cosas que hacía cuando tenía 20, con la gran diferencia que mido mucho más los límites.
¡He decidido sonreír y ser feliz, agradecer a la vida por estos 31 años y a todas las personas que hoy se están acordando de mí! Es un cambio de actitud, de ser y estar, de relacionarse con las otras personas, de forma de portarse. Es un acción apta a la consecución de una felicidad, a menudo efímera e inalcanzable. Una felicidad que busca acciones concretas y menos palabras que se pierden en el viento. Una felicidad que vas más allá del reconocimiento reciproco de las competencias y habilidades, sino que se base en los resultados obtenidos según los objetivos presupuestos.
Ser voluntario, no solamente se compone de acciones guidas por la rutina. Por ejemplo vas al panadero y le dices: “¿Por favor dos barras de relaciones interpersonales, y cuatro galletas de amor?”, sino también es una labor de introspección. Un ejercicio de verse hacia dentro, de cómo se crean estas tan buenas barras de pan, y que ricas que están con aceituna. De cómo la harina se mezcla con el agua, la sal y el aceite para que, con el empuje de la levadura, crezcan fuerte y sólidos. Igualmente, el voluntariado necesita de relaciones sociales que juntos con una fuerte motivación permitan que este proceso de aprendizaje sea provechoso y útil. La motivación es la clave del éxito, sin motivación se queda en la mediocridad y en la superficialidad. La motivación permite el superarse a nivel personal, mejorando sí mismo y el entorno que nos rodea. Sabemos claramente que no hay perfección, no existe, es sólo un oasis en medio del desierto, un paraje extemporáneo que muestra una realidad ilusoria, lejana de lo concreto y tangible. Por este motivo nos empujamos en aprender de forma permanente, ávida, buscando saberes a menudo inalcanzable y tampoco apto para nosotros.
Felicidad y motivación, dos dianas a las cuales he decidido centrar el rojo, los 100 puntos, apuntando con los dos ojos, no solamente con uno, para tener una perspectiva más amplias de las cosas. Personalmente he ya empezado este proceso, ¿cómo? Sonriendo, mostrando los dientes, no para morder, sino abriendo los brazos y levantando las pestañas, como señal de amor…
Hoy, en unos de los mensajes de felicidades, me han dicho que tengo un corazón muy amplio, como un autobús, donde pueden caber muchas personas…el primero está lleno…voy por el segundo…

Ugo Pompa   

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